Ser mesera es lo de hoy

Despues de aaaños sin escribir en este blog (por falta de tiempo y por culpa del internet.. bueno y tambien por we.. digo, flojera) les cuento que por fin pude cumplir mi sueño de ser mesera, así es, ayer, en la fiesta de recepción de los alumnos internos de la UAP.
Me inscribí junto con mi amiga fa para ser mozas en la fiesta, al principio estaba todo bien, me tocaron cuatro mesas y empecé sirviendo bebidas a los que iban llegando, conforme iba pasando el tiempo, empezó a llegar más gente a la mesa, lo que significó mas viajes, más peso en la bandeja y lo peor: tener que caminar más rápido esquivando gente, mesas y hasta perros.
A las dos horas ya tenia un hambre de vaca, pero tenía que seguir sirviendo comida, botanas por aquí, refresco por allá, en fin. Lo bueno que me tocaron personas amables y buena onda, lo malo es que se terminaba muy rápido la comida y yo tenía que ir por más.
Mientras iba pasando por las mesas veía a la gente tomándose fotos, las parejas en sus agasajos, los vestidos de las chicas, de vez en cuando intercambiaba palabras con mis compañeras de labor o las veía pasar con su cara de desesperación.
La noche siguió su curso y yo seguía de un lado para otro sin poder sentarme un momento a disfrutar, termine hecha percha, molida, con la lengua fuera ¡ja! Y después de que se fueron todos, nos quedamos limpiando hasta ¡la una de la mañana!
Después de todo, ser mesera fue una experiencia chida, al menos cuando valla a solicitar trabajo a un restaurante, ya podré decir que tengo experiencia.

¡Las 12 estrellas de la fiesta de recepción, con nuestros lindos trajes!